En los últimos años, gracias al Movimiento Asociativo, se ha logrado avanzar hacia el cumplimiento de los Derechos Sexuales y Reproductivos (DSR) de las personas con discapacidad desde su inclusión dentro de la normativa internacional, aunque todavía siga siendo una tarea pendiente en la práctica. La falta de información, una inadecuada atención y actuación de profesionales (sanitarios, servicios sociales, jurídicos, entre otros), la infantilización y/o deslegitimación en la toma de decisiones de las PCD, son algunas de las principales situaciones de vulneración que se transitan y denuncian.

Los derechos sexuales y reproductivos, aunque no forman parte de los treinta derechos humanos fundamentales recogidos por la Declaración Universal de los Derechos Humanos (ONU, 1945) están estrechamente relacionados con el ejercicio y la protección de los mismos. De hecho, hay derechos fundamentales indispensables para asegurar la salud sexual y reproductiva:

  • Derecho a la vida, la libertad, la autonomía y la seguridad de la persona;
  • Derecho a la igualdad y la no discriminación;
  • Derecho a no ser sometido a torturas o a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes;
  • Derecho a la privacidad;
  • Derechos al grado máximo de salud (incluida la salud sexual) y al nivel máximo de seguridad social;
  • Derecho al matrimonio y a formar una familia con el libre y completo consentimiento de ambos esposos, y a la igualdad
    dentro del matrimonio y en el momento de disolución de este;
  • Derecho a decidir el número de hijos que se desea tener y el intervalo de tiempo entre los nacimientos;
  • Derecho a la información y a la educación;
  • Derecho a la libertad de opinión y de expresión;
  • Derecho a la reparación efectiva en caso de violación de los derechos fundamentales.

Según explica la OMS, los derechos sexuales constituyen la aplicación de los derechos humanos existentes a la sexualidad y a la salud sexual. Protegen el derecho de todas las personas a satisfacer y expresar su sexualidad y a disfrutar de la salud sexual, con el debido respeto por los derechos de las demás personas, dentro de un marco de protección frente a la discriminación (OMS, 2015).

Siguiendo con nuestro compromiso por la defensa de la igualdad de las personas con discapacidad y como respuesta ante la necesidad de visibilizar y evidenciar estas situaciones, además de entender sus formas de expresión y los consecuentes efectos negativos en la calidad de vida y en la salud mental y física, COCEMFE está desarrollando un estudio sobre la situación en el acceso a los Derechos Sexuales y Reproductivos (DSR) de las personas con discapacidad física y orgánica en España, donde se empleará una metodología cualitativa.

Serán casos reales, presentados en forma de historias de vida, que ayudarán a contribuir a generar conocimiento objetivo y útil para nuestro grupo social. Intentamos de dar voz a todas aquellas personas que puedan haber vivido una situación de vulneración de sus DSR, por ejemplo: su deseo de ser madres o padres y en la posibilidad de planificar una familia en general (incluyendo también los procesos de adopción), el condicionamiento que han supuesto los tratamientos e intervenciones médicas, la institucionalización, la falta de apoyos o en la libre expresión de su orientación sexual; situaciones de discriminación reiteradas en el contexto educativo, laboral, sanitario o familiar.

Si alguien quiere participar anónimamente en esta iniciativa, puede contactar con nuestro centro. Agradecemos desde ya vuestra participación para que logremos una buena consecución de los objetivos del estudio y podamos seguir caminando en la defensa de los derechos de las personas con discapacidad física y orgánica.